Insecticida natural mata zancudos y evita el Zika


Peces devoradores de larvas, insecticidas a base de frutas y tubérculos o mosquitos modificados genéticamente: los países de América Latina multiplican sus iniciativas para combatir al Aedes aegypti, que atemoriza por sus posibles consecuencias.


En el Perú, la bióloga Palmira Ventosilla creó en 1992 un insecticida a base de coco, yuca, espárrago y papa que destruye las larvas y otros vectores como el Anopheles, que transmite la malaria.
El método, aprobado por la Organización Mundial de la Salud, se aplicó con éxito en Guyana, Honduras y en varias ciudades al norte del Perú. Ahora es requerido por Uganda y Mozambique.

A diferencia de los insecticidas químicos y costosos utilizados para combatir al vector, los biolarvicidas BTI (Bacillus thuringiensis israelensis) naturales “son baratos, no son tóxicos y pueden ser aplicados por la población”, aseguró Ventosilla.
El bacilo que mata las larvas requiere de carbohidratos, cloruro de magnesio, de calcio o de sodio, sacarosa, elementos que pueden encontrarse en el agua de coco, en las infusiones de espárrago, yuca, papa y otros tubérculos. El insecticida suelta una toxina que les causa la muerte en menos de diez minutos.

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